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Los efectos del aislamiento social a largo plazo en la salud mental

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Introducción

La pandemia de COVID-19 ha cambiado la forma en que vivimos nuestras vidas diarias. Una de las principales formas en que los gobiernos han intentado frenar la propagación del virus es a través del aislamiento social. Esto ha significado que muchas personas han pasado largos periodos de tiempo quedándose en casa y evitando contactos sociales. En los primeros meses de la pandemia, se prestaron mucha atención a los efectos inmediatos del aislamiento social en la salud mental. Sin embargo, a medida que ha pasado el tiempo, se ha vuelto cada vez más evidente que el aislamiento social a largo plazo también puede ser perjudicial. En este artículo, vamos a explorar algunos de los efectos a largo plazo del aislamiento social en la salud mental, cómo afecta a diferentes grupos de personas y qué se puede hacer para mitigar estos efectos.

Los efectos del aislamiento social en la salud mental: ¿Qué sabemos hasta ahora?

Durante la pandemia, varios estudios han informado de un aumento en los problemas de salud mental entre la población en general. Muchas personas han experimentado depresión, ansiedad y estrés, entre otros problemas. Sin embargo, aunque el aislamiento social ha sido una parte importante de la respuesta a la pandemia, no ha sido fácil determinar en qué medida contribuye al empeoramiento de la salud mental. Los estudios hasta ahora han señalado que el aislamiento social puede tener efectos negativos tanto a corto como a largo plazo en la salud mental de las personas. En el corto plazo, se ha informado de efectos como la ansiedad, la depresión y el insomnio; a largo plazo, esto puede conducir a efectos más graves como el trastorno de estrés postraumático y otros problemas de salud mental más graves.

Los efectos en diferentes grupos de personas

Aunque el aislamiento social puede afectar a cualquier persona, algunos grupos pueden ser especialmente vulnerables. Por ejemplo, los individuos mayores, aquellos con discapacidades y aquellos con problemas de salud mental preexistentes pueden tener más dificultades para afrontar el aislamiento social. Además, los niños y jóvenes también pueden sentir los efectos del aislamiento social. La falta de actividades sociales y rutinas normales puede afectar su bienestar emocional y cognitivo.

Las personas mayores

El aislamiento social puede afectar profundamente a las personas mayores, en particular aquellos que viven solos. Pueden sentirse solos, desconectados del mundo exterior y abandonados, lo que puede empeorar su salud mental. También pueden sentirse privados de actividades sociales y de rutinas que antes disfrutaban.

Personas con discapacidades

Las personas con discapacidades pueden tener más dificultades para conectarse con los demás y para participar en actividades sociales. El aislamiento social puede agravar estos problemas y hacer que se sientan aún más aislados.

Personas con problemas de salud mental preexistentes

Para las personas con problemas de salud mental preexistentes, el aislamiento social puede ser especialmente duro. Pueden sentir que están solos y abandonados en momentos en que necesitan más apoyo.

Niños y jóvenes

La falta de actividades sociales y la pérdida de rutinas diarias pueden ser particularmente difíciles para los niños y jóvenes. El aislamiento social puede empeorar la ansiedad, la depresión y otros problemas emocionales.

Qué se puede hacer para mitigar los efectos del aislamiento social

Mientras que el aislamiento social puede ser difícil de evitar, hay varias cosas que se pueden hacer para mitigar sus efectos:

Mantener estructuras

Es importante mantener estructuras para ayudar a establecer una rutina diaria. Incluir actividades que se espera hacer cada día como horas de levantarse y acostarse, comidas y horarios de trabajo, y también incluir tiempo para hacer actividades físicas y mentales.

Apoyo social

Es importante mantener el contacto social tanto en línea como en persona si es posible y seguro. Considerar unirse a grupos en línea, hablar con amigos y familiares por teléfono o videochat, o encontrar formas seguras y saludables de interactuar con personas en persona.

Cuidado personal

Es importante cuidar de one mismo y de la salud física, psicológica y emocional. Hacer ejercicio, dormir lo suficiente, comer alimentos nutritivos, tratar de hacer actividades que se disfruten, y saber cuándo buscar ayuda de un profesional si es necesario.

Conclusión

El aislamiento social a largo plazo puede ser perjudicial para la salud mental de las personas. Es importante que todos busquen maneras de mitigar los efectos negativos del aislamiento social, ya sea manteniendo estructuras, apoyándose socialmente o cuidando la salud personal. A fin de cuentas, la salud mental es tan importante como la salud física, y es crucial que las personas busquen ayuda si necesitan apoyo adicional.